Ya estamos en verano, una época esperada y temida por muchos. El deseo de vacaciones, descanso y playa, se solapa con responsabilidades, los periodos vacaciones de miembros del equipo y, en muchos casos, la disminución de ingresos totales de las PYMES. Sin embargo, en la mayoría de los casos, todos estos “problemas” pueden solucionarse con una buena planificación anual y algunas previsiones. Estos son algunos tips para navegar estas fechas con éxito:
1- Planificación anual
Una de las claves para amortiguar los altibajos de una empresa es la creación de una planificación anual con una previsión aproximada. Aunque algunos periodos o escenarios son impredecibles, otros –como lo es este caso– pueden ser afrontados creando un calendario anual que contemple los distintos elementos que pueden afectar la estabilidad de la PYME.
Para definir este calendario es imprescindible tomar en cuenta los flujos de trabajo anuales pertenecientes a las dinámicas del sector de especialización y a los específicos de cada empresa. De esta manera, podrás estar preparado para los picos más altos de trabajo e intentar organizar las vacaciones en las épocas más flojas.
2. Organizar las vacaciones con antelación.
Es importante tener en cuenta el tipo de convenio del sector que determina el tipo de vacaciones de los empleados, ya que será definitorio a la hora de planificar las ausencias y reincorporaciones. Una vez definido, podrás crear un sistema que permita a los mismos empleados coordinar sus vacaciones de manera consensuada con otros miembros del equipo de manera que ningún departamento se quede repentinamente sin apoyo.
Para evitar que ocurra esto y no generar caos en la repartición de las vacaciones, algunas empresas utilizan algunos recursos como el dar prioridad a los empleados más antiguos o elegir las fechas con un mínimo de 1 o 2 meses de antelación. Sin embargo, es recomendable negociar con los empleados estas fechas de manera que sea beneficiosa para ambas partes y promover la colaboración de los equipos para lograr establecer una dinámica provechosa.
3. Sé flexible.
Aunque la planificación sea una herramienta importantísima para sostener cualquier PYME, en un contexto como el actual hay que saber reaccionar al momento y tener algún plan de emergencia en caso de que no todo salga como lo esperamos. Algunas ideas para esto, son la priorización, definición de tareas imprescindibles y elaboración de planes de emergencia como contratar una persona externa para poder cumplir con algunas tareas.
Estos tres tips te ayudarán a mantener el rendimiento de tu empresa y brindar a tus empleados unas necesarias vacaciones para volver en septiembre con energía. ¡Feliz verano!
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